Una Botellita de Shiraz

Hace como año y medio asistí a una conferencia impartida por Ana Maria Herrarte. El tema era sobre la Teoría de Océanos Azules, la cual sirve para encontrar nuevos nichos en mercados ya existentes. Expuso varios ejemplos, entre los cuales hubo uno en especial, que me llamó mucho la atención y desde ese momento me hice fan de este vino.

Yellow Tail de origen Australiano, es relativamente nuevo en el mercado y nació alrededor del año 2000. Lo chivo del concepto es que esta marca no sigue ninguna etiqueta o protocolo, es para tomarse donde quiera, como quiera y con quien quiera.

La idea nació bajo investigaciones de mercado y la experiencia de sus dueños, la cual demostraba que la mayoría de los consumidores de hoy en día, especialmente a la hora de comprar vinos de alta calidad, se deciden más por la variedad y la marca. Los consumidores jóvenes, en particular tendemos a evitar lo confuso y pretencioso que es tomar una copa. Simplemente queremos vino, sin tanta paja, que no sea caro y que en realidad este bueno.

En lo personal, ya estaba aburrido de pedir siempre los mismos vinos, da miedo pedir una marca desconocida en un restaurante, si te la recomiendan nadie garantiza que te va a gustar y al final es bien cara.

Por eso esta marca me llega un montón. El etiquetado es chivisimo, manejan un color por cada tipo de vino o uva y fueron los primeros en poner un animal en su imagen. El sabor es delicioso y no son caros. Gracias a todo esto, desde el año 2003, Yellow Tail se ha convertido en el mayor importador de vinos en los Estados Unidos y el Reino Unido desplazando a los franceses.


Tip: Si tienen una su fiesta y quieren quedar bien, lleven una botella de estas porque en realidad es un buen vino. Les recomiendo que prueben el Shiraz.